Mi Historia

Nací en Pasto, soy única mujer entre dos hermanos varones con todas las ventajas y desventajas que esto conlleva. Además de mis hermanos, tuve la fortuna de crecer en un hogar conformado por un padre y una madre trabajadores. Aunque vivimos épocas de dificultades también tuvimos tiempos en los que nada faltaba; Eso te ayuda a madurar y valorar lo poco o mucho que tienes.
Siempre en mi corazón sabía que quería ser mamá, y que me gustaba ayudar y servir a los demás. Por eso, después de analizar varias carreras, la de nutrición y dietética cumplía con lo que quería ser y hacer.
Pensé en estudiar preescolar, pues cuando enseñas a alguien dejas una marca en su corazón y le das algo que nunca olvidará. Y eso es lo que quería hacer. Pero por diversas circunstancias, esa puerta nunca se abrió. Alcancé a estudiar un año de psicología; lo amé. Pero emocionalmente fue muy fuerte para mí y me tocó abandonarla con mucho dolor, mas el deseo de ayudar a las personas persistía en mi corazón y necesitaba una carrera que me ayudara a lograr cumplir ese objetivo en mi vida.

Estudié nutrición y dietética en la Pontificia Universidad Javeriana, en la Ciudad de Bogotá. Conocí a grandes personas y profesoras de quienes aprendí mucho, no solo a nivel profesional, tambien a nivel personal. A medida que iba avanzando en mis estudios me di cuenta que siendo nutricionista dietista podía ayudar y enseñar a las personas, dejarles algo que llevaran siempre con ellas, y que con ese conocimiento, si lo llevan a la práctica, pueden mejorar sus vidas sintiéndose mejor consigo mismas. Eso era lo que estaba buscando.
En cada madre que llega con su bebé me veo reflejada, ya que conozco y entiendo sus inquietudes, sus preocupaciones, incluso hasta sus miedos, y siento una gran satisfacción al ver cómo cambian sus rostros de manera positiva cuando terminamos cada sesión, cuando salen empoderadas y con la confianza de poder cumplir su meta.